La Tediosa Zona de Confort

A principios de año, me encontraba en esa etapa que muchos atravesamos en medio del tedio y agrado de la zona de confort que nos da conocer casi al 99% todo cuanto debemos hacer en nuestro trabajo.

En medio de la tranquilidad que te da conocer el paso a seguir, también me abrumaba lo aburrido de la pasividad de cada día, la falta de esa WOW que te dan los retos, el no saber como solucionar tal o cual situación, el aprender nuevas cosas, etc. Para esos momentos de mis dilemas, la pandemia aún se veía sólo en las noticias y en un parpadeo las reglas comenzaron a cambiar. De todo mi calendario de eventos previstos tuve que ir posponiendo hasta llegar el punto de cancelarlos y las horas en la oficina comenzaron a ser eternas, luego de la nada fue irte a casa sin tener a ciencia cierta cosas a trabajar.

En medio de las largas horas de estar en casa, el miedo comenzó a hacerse presa de la posibilidad de un recorte y justo cuando la incertidumbre no cedía aún con todas las actividades que trataba de llenar mi día como meditaciones, limpiar, ordenar, etc. llego a mi la oportunidad de participar en un proyecto para apoyar en las respuestas de redes sociales.

Día a día esta nueva actividad fue generando en mi un querer hacer más que sólo dar clicks o pegar respuestas elaboradas que poco solucionaban al cliente, a la par fui aprendiendo nuevas cosas e investigando como poder dar esa milla extra.

Los días fueron transcurriendo entre propuestas a diferentes áreas, presentando ideas, haciendo cosas, etc y de pronto poco a poco se fue dando el volver con la nueva normalidad a aperturar las tiendas; de vuelta a la oficina me pesaba volver a tener esas largas jornadas sin mucho que hacer, inventando como hacer menos tediosas las horas y buscando donde ser útil fue como en un giro insospechado más a broma que en serio llegó a mi la oportunidad de tomar un proyecto de Omnicanal.

El momento donde recibí la propuesta por segundos dude, mi perfil distaba mucho del que pedían para el puesto por el tipo de experiencia que requerían de experiencia en ventas, trato con el cliente, etc. y cuando esa parte que te hace darle eco a la voz de la "seguridad" de la zona de confort me aventure a dar el salto diciendo "SI".

Había muchas cosas que aprender al dar ese "SI" más recordé todo cuanto había aprendido cuando entre sin mucho conocimiento en medios y logre salir de cada uno de los retos que esa oportunidad me brindo al dejar mi anterior trabajo para adentrarme a un mundo totalmente diferente.

A casi cuatro meses de ese SI, donde han parecido menos y a veces más, recuerdo que hace poco me preguntaba una de mis colaboradoras en que momento había aprendido todo cuando sabía y sólo sonreí diciendo "sobre la marcha".

Hoy luego de ese "SI" tengo un equipo de trece personas a mi cargo, luego de no tener más que una que fluctuaba mucho a conforme hubiera disponibilidad o se requeriría, mi equipo lo estoy construyendo de tal forma de que independientemente del área se vean como uno solo y sé que aún tengo muchas cosas que aprender más me siento con toda la determinación y motivación las cuales se encuentran en esa zona mágica en esa tierra que está cuando uno decide dar el salto fuera de su zona de confort.