Casa Manzano
- Carmen Escorcia
- 21 ago 2016
- 2 Min. de lectura
Fue más de una ocasión donde escuche hablar de CASA MANZANO como un must que deben conocer; así que cuando tuve la oportunidad de darme una escapada lo hice con mi mejor amiga quien comparte conmigo un gran defecto LA PUNTUALIDAD.
En son de broma siempre decimos que por ello seguimos siendo amigas, porque al queda de vernos a determinada hora siempre sabemos que contamos con esos treinta minutos aceptables y tolerantes de espera.
Esa mañana me levante muy temprano para iniciar el día con ejercicio en el gym, seguida de un chipileo a mi cuerpo con una sesión de vapor acompañada del ritual de exfoliación y mascarilla para lucir radiante en tanto meditaba lo vivido en esa semana.

Con el cuerpo y espíritu relajado me dispuse a ubicar CASA MANZANO y gracias a que me estoy perfeccionando en el uso del GPS, di con el lugar que tras recibirte el valet parking tu coche te da la bienvenida con una cascada de flores bellamente iluminadas con los rayos del sol en tanto a lo lejos puedes ver una linda fuente alrededor del hermoso verde de los árboles que engalanaban el jardín.

Tras unos minutos de espera y de ventanear a mi amiga de que la estaba esperando aún, una señora de edad avanzada con un simpático delantal me dio la bienvenida y me condujo a una mesa a un costado de la fuente ofreciéndome un café o té en tanto arribaba el mesero que me atendería. Debido a que el café hace ciertos estragos en mi estomago, opte por la sugerencia de un té de manzana el cual llego acompañado de una tentadora charola de pan cuyo olor es capaz de quebrantar la voluntad más fuerte de cualquier mujer en pos de adquirir hábitos más saludables de alimentación. La mesa adornada con una sencilla vasija de peltre me hizo reforzar aquella frase de que las maravillas de la vida se encuentran en los pequeños detalles.

Tras un poco más de la espera normal, por fin llego mi amiga y también la carta, lo cual tras tres semanas de seguir un régimen de alimentación bastante riguroso considere que sería toda una odisea poder desayunar fuera sin ser tan infiel a mi régimen. Para mi sorpresa CASA MANZANO ofrece unos DESAYUNOS VERDES que se acomodaron a la perfección a mis necesidades de alimentación.

Mi elección fue un delicioso omelete de claras de huevo relleno de requeson el cual es una prueba que ser saludable no está peleado con comer delicioso sólo es cuestión de buscar lugares amigables como CASA MANZANO donde puedes disfrutar de una rica mañana de charla con tu mejor amiga rodeada de la naturaleza.
CASA MANZANO
Dirección: Av. Teopanzolco 400, Cuernavaca Morelos.
Web: http://www.casamanzano.com.mx/
TIP: Te recomiendo realizar tu reservación, el lugar es pequeño y muy concurrido.
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