El camino al éxito: autopista ataque al corazón hacia la Ciudad del Stress

Este año lo inicie con la frase de "voy a obtener un crecimiento a nivel laboral", con eso en mente enfoque mis energías en obtener este objetivo; el panorama mostraba grandes posibilidades dado que tenía cambio de jefe y esto podría jugarlo a mi favor.

Enfocada totalmente, comencé lo que yo consideraba era el camino al éxito, esa senda que me llevaría a lograr el crecimiento que deseo a nivel profesional. Día a día fui enfocándome en mi trabajo dejando de lado cuidar de otros aspectos importantes de mi vida como mi familia, mi salud, mis pasatiempos, etc.

Mi rutina comenzó a ser llegar a las nueve de la mañana y salir la mayoría de los días a las nueve de la noche, sin darme cuenta cada día estas jornadas interminables que seguían durante mis días de descanso al estar al pendiente de mi mail para contestar todo cuanto me enviaban todo para dejar claro el mensaje de "estoy 100% comprometida con mi trabajo".

Poco a poco, mi trabajo que me encantaba comenzó a volverse una pesadilla, levantarme era una misión casi imposible y estaba irritable la mayor parte del tiempo. Sumado a esto sin darme cuenta fui ganando peso, supongo producto de una combinación de la falta de actividad física que estaba acostumbrada a realizar y la inclusión de un exceso de alimentos con grandes cantidades de azúcar en mi dieta esperando que con esto tuviera las energías las cuales parecían haberme abandonado.

Así me fui por cerca de cuatro meses mermando cada día mi salud, hasta que un buen día estalle logrando todo lo contrario por lo que estaba trabajando recibiendo días posteriores una retroalimentación con mi jefe la cual me hizo analizarme.

Tiempo atrás yo critique severamente ese estilo de trabajo de largas horas laborales, vivir para el trabajo, no tomar vacaciones, etc. etc. etc. y en pos de lograr el éxito había entrado en ese camino que muchos consideramos el único medio para obtener ese fin de "crecimiento profesional".

Afortunadamente no llegue al limite como muchos, tome unos días de vacaciones y volví a descubrir la pasión por mi carrera, además de darme cuenta que las horas extras en la oficina acumulan sólo en uno stress que va mermando tu desempeño y tu salud.

Hoy llevo cerca de mes y medio volviendo a los buenos hábitos, dándome espacio para gozar de pasatiempos y del tiempo con mi familia y amigos.